Entrada a la Mansión Cullen .

Activé la alarma y le dije:
-No le pasará nada . Aquí se queda .

-Esta bien -la tome de la mano y la lleve hacia la casa

Entramos en el salón y vi a Lune.
-Donde prefieres quedarte?

Mm , contigo .
-Como quieras , yo te sigo .

-Estaras conmigo sin importar el lugar. No se... prefieres quedarte aquí o ir a mi cuarto? O podemos ir a la cocina... o al cuarto de mis hermanos? Que seguramente estén llenos de tierra gracia a que no los limpian seguido...

Reí .
-A tu cuarto .

-Bueno -sonreí y la llevé hacía mi cuarto

Abrí la puerta y salí . Me giré para verlo y le dije :
-Supongo que dejo que continues con tu paz .
Sonreí y lo saludé con la mano .
-Adiós .

Se estaba llendo cuando un pensamiento me inundo. No, no era lo correcto no lo haría
Hazlo
Por qué siempre debía hacerle caso a la esa molesta voz?
Tome a Lune por la mano para detenerla, la acerque a mi y la bese.
-Adiós -le dije liberandola

Negué .
-No entiendo porque lo haces si no lo quieres hacer .

-Y quién te dijo que no lo quiero hacer?

Bah .
-Tus pensamientos .

-Si lo hice debe ser porque quiero hacerlo, a parte todabía no se qué voy a hacer con nosotros

Fruncí los labios .
-¿Nosotros? No hay un nosotros, Edward . Hay un ustedes .
Sonreí . Feo , pero era verdad .

-Tal vez ese ustedes ya no exista -dolía pero podía ser verdad -y te aseguro que para mi no eres un simple reeplazo, agradezco demasiado que hayas entrado en mi vida

-A mi también .
A mi también .
-Nos vemos en unos dias .
Saludé con la mano , quité la alarma del auto , y entré . Me alejé de la mansión Cullen . No estaba en mis planes volver durante un largo tiempo .

Vi en la mente de Lune que no pensaba volver en bastante tiempo. No importaba. Bueno si, importaba y mucho. Pero no iba a obligarla a nada.
Tal vez esta era una buena oportunidad para resolver ciertos temas de mi vida.

Había viajado bastante y estaba agotada, si eso era algo posible para un vampiro. Más le valía a Edward de darme una bienvenida como era debido. Entré a la casa y descubrí que estaba en silencio, cosa extraña. Comence a recorrerla para comprobar que estaba basía. Genial, yo decidía volver y no había nadie allí. Pude sentir un extraño olor en la casa, obviamente era un vampiro pero uno que no conocía.
-Hay, bueno. No tengo nada mejor que hacer.
Decidí ir a buscar a la extraña dueña del olor

Ella había vuelto. Después de tanto tiempo había regresado. Tuve que regresar frente a su pedido, no solo porque me lo hubiera ordenado sino porque necesitaba ver que era lo que quería en Forks. Su olor era inconfundible, estaba adentro esperándome. No creo que fuera miedo lo que sentí en ese momento pero se le parecía bastante.

-Bienvenido a casa, hermano -le dije con una extraña sonrisa en la cara al verle -Sabía que no ibas a negarte ante mi petición. Bueno aunque tampoco tenías demasiadas opciones.
Me acerqué a él, podía sentir la gran tención que tenía. Realmente le asustaba, esto iba a ser muy divertido.
-Sabes? Conocí a tus dos amiguitas nuevas, las Darya. Son bastante interesantes, bueno a decir verdad no hable mucho con la tal Sunly aunque tampoco me interesó mucho ya que a ti te interesa mucho más Lune no? -sonreí maléfica frente a mis palabras, sabía que estaba confundido frente a todo eso y a mi me encantaba meter el dedo en la llaga -Igual hermanito no tengo tiempo ahora para que hablemos. Debo irme por un ratito pero no te alejes mucho que ya vuelvo, tengo tantas cosas de las que hablarte -le sonreí y me fui, realmente iba a divertirme

Se había ido, pero regresaría bastante pronto. Por lo que no tenía demasiado tiempo. Ella había dicho que conocía a las Darkya... qué era lo que habían hablado? Necesitaba ver a las Darkya, me subí en mi auto y maneje hasta su casa.

Regresé a la casa para descubrir que Edward se había ido. Genial, le había pedido que se quedara pero él obviamente no me escuchaba, o no quería escucharme. Ese era el problema, él nunca me tomaba en serio. Para él solo era una máquina de destruir. Seguramente estaría con alguna de las Darkya... las Darkya. Sentí nostalgia al pensar en ellas. Eran lo que yo nunca podría ser para Edward. Entré a la casa y me senté en el piano de Ed, comencé a tocar. Seguramente me retaría cuando volviera por haberle tocado el piano pero ya estaba acostumbrada.

Cuando llegué a la casa escuche como alguien tocaba el piano. Merope. Me había olvidado completemente de ella. Entre a la casa dudando de que era lo que iba a encontrarme.

Me sentía tan extraña de estar una vez más frente a esa puerta , en esa casa . Pero esta vez , tenia otra escusa . No iria a buscar a Edward esta vez . Debia hablar con Merope , y aclarar el problema del bosque . Habia hecho algo mal ; habia rechazado la amistad de alguien igual de peligroso que yo . Vacilé entre tocar el timbre o irme de allí , con las manos vacías . Pero tampoco era ninguna cobarde . Toqué timbre .

Me acerqué a la puerta con Bella de la mano y abrí la puerta.
-Lune?! -dije alarmado.