Restaurante "Los Reyes"

Irónico y ridículo que yo vaya a un restaurante. Pero la verdad era que no tenía a dónde ir y estaba completamnete aburrida. Enterrandome cada vez más en mi soledad. En mi horrrible soledad...
Iba a probar de nuevo mi don. Era algo divertido ver como la gente hacia justamente lo que no quería...y en ese momento necesitaba divertirme un poco.
Uno de los mozos de la entraba me acompaño a una mesa para dos (porque no había para uno) y me dejó el menú.
Miré a todo el lugar y detuve mi mirada justo en una pareja jóven que brindaba por quién sabe qué...
Sonreí. Las copas eran frágiles y caras y contenían un vino tinto capaz de manchar cualquier tipo de ropa.
Ellos querían chocar las copas con cuidado. Eso era algo muy simple y hasta tonto...pero qué se le iba a hacer...
Ahora ellos quieren chocar tan fuerte sus copas, que se van a terminar rompiendo...

Se escucho un grito de espanto cuando las copas se rompieron produciendo un sonido agudo al chocar contra el suelo.
Sonreí. Era malvado, lo sabía. Y por eso me sentia algo mal...
Pero eran unas simples copas rotas, nada importante...

Me dirigia en mi auto para mi casa cuando sentí el olor de un vampiro, el mismo que había sentido la otra tarde en la cafetería. Obviamente dentro del restaurante debía estar la vampiro llamada Lara. Tenía ganas de hablar con ella y ver que tal así que estacioné el auto y entré al lugar. Era un muy buen restaurante para alguien que no comía. Vi que estaba sola sentada en la mesa aunque podía estar esperando a alguien. Me acerqué.
-Disculpa, te molesta si te acompaño? -la miré

-Disculpa, te molesta si te acompaño?

Me sobresalte ligeramnete al escuchar una voz desconocida. Había estado tan concentrada en mi "mini azaña" que no me había dado cuenta que alguien se había acercado...
Miré al dueño de la voz y me encontré con Edward Cullen, el conocido de Lune y el que había visto en la cafetería.
Asentí sonriendo amigablemente.
- Nunca me molesta recibir compañía - dije con mi voz cantarina y feliz. Dejé el menu a un lado y observé como se sentaba frente a mi.

-Qué es lo que haces en un lugar como... este -dije frente a lo obvio.

No pude evitar soltar un risa algo aguda.
- La soledad me hace hacer cosas locas y ridiculas - le dije sonriente - Lara Bevilacqua - me presenté. Esta vez no iba a extender mi mano, pero curvé los labios en una ancha sonrisa - Un gusto, Edward Cullen.
- Y tu? qué haces en un lugar como...este - dije mirandolo con gracia.

-Pasaba con mi auto -dije señalandolo afuera -y sentí tu aroma, por lo que decidí parar y hablar un poco. Al fin y al cabo no tuvimos un tiempo para charlas el otro día en clase ni en la cafetería.

Sonreí.
- Si, mi aroma atrae a cualquiera. Incluso a vampiros - bromeé - Bueno, ya me tienes aquí. Preguntame lo que quieras...de qué quieres hablar? - pregunté curiosa - No creo que haya problemas con mi alimento verdad? Ya sabes que en eso soy un angel.

-No quería hablar nada en particular, simplemente quería conocerte. Pero bueno, si quieres que te pregunte algo... dime, qué te trajo a Forks?

- La curiosidad a veces hace bien mi querido Edward - dije sonriente - Vine aqui porque quería cambiar de aires...aparte de que la gente empezaba a sospechar de que a los 25 años siguiera pareciendo una chica de 17...No podía arriesgarme más - aclaré con soltura y raidéz - Y qué me cuetas tu? - estaba segura que el mozo iba a venir en cualquier momento. Asi que agarré el menu y se lo tendí a Edward - quieres leer la carta para pedir algo? - pregunté con una ceja levantada.

Mire el menu y lo examine muy rápido.
-No... tu fuiste la que entró en un restaurante, yo solo acompaño. Con respecto a mi, vivo en Forks con mi familia. Llegamos aquí hace un par de años aunque ya es la segunda vez que pasamos por esta ciudad. Es tranquilo y es fácil pasar desapercivido.

Me hundí de hombros y dejé el menú al lado mío. Cuando el mozo vino pedi algo simple: una ensalada mixta con un coca cola.
Que desperdicio de comida iba a ser...pero si me había metido en un restaurante tenía que pedir algo.
- No creo que nosotros pasemos desapercividos... - murmuré mirando mi pálida piel - ¿Cómo hace Lune para ocultar sus ojos? - pregunté de repente interesada por la respuesta - No creo que a los humanos les parezca de lo más normal...Aunque estoy de acuerdo contigo con respecto a lo de que el lugar es tranquilo. ¿Tienes familia? Eso es nuevo para mi...¿cuántos son?

Cuando Lune me dijo que esta vampiro se la pasaba haciendo preguntas no se equivocaba. Igual no abordaba temas complicados ni que me molestaban así que poco me preocupe.
-Creo que Lune no tiene problemas con sus ojos, aunque mejor deberías preguntarselo a ella. Y con repecto a mi familia, si somos un aquelarre bastante gande. En origen solo eramos Carlisle, mi padre, y yo. Pero luego se nos sumaron Esme, mi madre, y Rosalie. Ella trajo a Emmett, que es su actual esposo, y luego llegaron Alice y Jasper -reí al recordar el pánico que nos entró al verlos llegar -Ahora somos algo así como una familia adoptiva, se dice que Carlisle nos adoptó a todos.

- Wow! - exclamé - Eso si que debe ser lindo...ser inmortal y aún asi poder tener una familia estable... - murmuré - Oye...hablando de estable...no sabes dónde puedo conseguir algun lugar para hospedarme...no creo que me quede muchos años. Pero de igual manera me gustaría quedarme en algún lugar como una persona normal... - comenté mientras apoyaba mis brazos sobre la mesa - Algún día me vas a tener que presentar a tu familia! Me gustaría conocer más vampiros que tengan mi misma dieta...porque...Ellos tienen tu misma dieta verdad?

-Así es, comenzamos esta dieta gracias a Carlisle. Lamentablemente no están por aquí, la verdad hace bastante que no están por aquí -ya estaba comenzando a preocuparme -.Algún día te los presentaré.
Mire como ella jugaba con un tenedor.
-Puedo preguntarte algo?

Asentí a su respuesta. Y luego lo miré a los ojos.
- Ya te dije que puedes preguntarme lo que deseas - respondí - o creo haber dicho algo así... - murmuré para mi - Adelante, qué quieres saber?

Fui directo.
-Pude observar que lograr cambiar las decisiones de las personas, también se aplica a vampiros? -era tonto preguntarlo, seguramente la respuesta sería si

Me quedé paralizada por un momento...Casi podría decirse que parecía una estatua.
- Cómo que pudiste observar? - pregunté cuando pude hablar de nuevo. Lo miré con los ojos entrecerrados...a pesar de que había producido un pequeño inconveniente entre aquella pareja mi expresión no había cambiado cuando había deseado que ellos rompieran las copas...de hecho nada en mi había indicado cambio...

-Pues, no había detectado que habías hecho que esa pareja rompiera sus copas -sonreí frente a su actual desconcierto -. Leo mentes, es un don algo molesto a veces pero sirve en otras.

- Oh... - murmuré sorprendida, tendría que pensar menos cuando estubiera con el.
Eres un tonto...¿escuchaste eso?
Sonreí y saqué la lengua de manera infantil.
- Si te metes con mi mente tienes que afrontar las concecuencias - dije aún más sonriente - Y con respecto a tu otra pregunta...pues si - respondí orgullosa - hasta con los animales funciona...estupendo ¿no? - solté una risa cantarina, pero luego me puse algo seria - ...Acaso quieres que te haga algún favor? O sólo lo preguntabas por preguntar? - Pregunté interesada.

-Solo preguntaba por preguntar. Es algo similar al control mental? O solo funciona con decisiones que ya estén tomadas? -me interesaba bastante, tal vez pudiera que me sirviera contra Merope...

- Bueno...mi pequeño don sirve de una manera...mmm...propia, no se como decirlo. Hago lo que se me antoja. Si quiero que agarres esa servilleta que está a tu lado - dije señalando la servilleta de tela color bordo que estaba colocada en la mesa - simplemente la agarras y punto - dije sonriente - pero eso no sería nada divertido...quizás si te hago bailar hip hop en medio del restaurante...
Lo miré divertida.
- Qué te parece la idea?

-Es control mental, estoy bastante familiarizado con el tema -no, ella tampoco me serviría contra Merope.

- De igual manera. Puedo hacer que quieras lo que no quieres. Que hagas lo que no quieres hacer. O que desees lo que no deseas... - dije continuando con mi discurso - Y lo puedo hacer con cualquiera. Así que aunque estes o no familiarizado con el tema de control mental, puedo hacer que bailes hip hop en frente de todas estas inocentes personas - reí - Pero no te preocupes, no lo haré...a menos que me pidas lo contrario - lo miré divertida, intentando ver si había captado la indirecta.

-Ehhh, no no la capte -dije al fin, no la entendía. Ella era mucho más compleja al hablar que muchas personas que conocía.

- Uf...esto de que me leas la mente es feo! - resoplé, pero le sonreí - que yo dije "a menos que me pidas lo contrario" y aunque no me lo quieras pedir yo puedo hacer que me lo pidas. Es decir que igual no tendrías escapatoria. Pero no importa...ya me lo arruinaste! - dije fingiendo enojo - Haber...dime que piensa esa sañora vestida de rojo de haya - dije señalando a un señora de unos 40 años que comía con gusto un enorme bife de cerdo.