Caminé hasta el bosqué hasta llegar a un lago. Me senté al lado de este y dejé que mi ojos comenzaran a dolerme como si estuviera llorando.
No lo entendía, cómo era que había terminado así con Edward? Por qué no me quería? Qué era lo que debía hacer? Olvidar todo y aceptar a Bella como si nada? No, nunca haría eso.
No soportaba la idea de pensar que ella se había quedado con Edward, que ella había ganado.
Edward era mi hermano... él me quería a mi... el me dijo que me necesitaba y por eso ahora era lo que era!
Me acerqué al agua para ver mi reflejo, horrible. La persona más horrible del mundo. No tenía nada de lo que Isabella tenía: ella podía sonrojarse, podía llorar, ella podía tener hijos, ella podía envejecer, ella podía sangrar... ella podía morir. Ella tenía alma.
Sentí como todo mi cuerpo colapsaba, instintivamente tomé mis piernas con mis brazos y agaché la cabeza.
Quería morir, si, quería desaparecer de la faz de la Tierra. Deseaba volver a la época en la que vivía con mis padres, en la época en la que era humana, en la época en la que me llevaba de maravilla con Eddy...
Me quedé ahí gran cantidad de tiempo. Quieta mirando la luna que se mostraba firme en el cielo.