Salón principal

Me puse de pie y lo miré .
-Espero que tú también pases por mi casa . Eres bienvenido cuando quieras . Gracias por recibirme y por hacerme pasar una tarde o noche divertida .
Me giré y abrí la puerta , lista para irme .

Y así como vino se fue
La había pasado bien, supuse que algún dia de estos pasaría por su casa. Al fin y al cabo no podía ser tan descotez

Llegamos junto al piano y me sente
-Quieres que toque al en especial? -no sabía si me lo había pedido por algo en especial o simplemente porque estaba aburrida

Sonreía dejando entrever mis dientes . Negué con la cabeza .
-No , sólo estaba aburrida y me gusta como tocas .
Me senté a su lado .

-Bueno, entonces... voy a tocarte la canción favorita de Esme. No se por qué es su favorita pero dice que le gusta mucho -sonreí ante el recuerdo.
Comence a tocar y me olvide de todo lo que me acompañaba, solo escuchaba la música a mi alrededor. Amaba tocar el piano e inventar cosas en el. Aunque había canciones que hacía mucho que no tocaba...

El salón principal , se llenó de música y paz . Esa paz que sólo la armonía del piano lograba . Miraba fascinada el movimiento de sus dedos . Se había olvidado de todo , y esa era la magía que él tenía .
-Que dulce . - Hablaba en susurros , tratando de evitar romper la armonía .

Estaba demasiado concentrado y la voz de Lune me despertó pero seguí tocando. Sonreí ante sus palabras, más de una vez lo que tocaba reflejaba cómo me sentía o lo que sentía hacía alguien... cómo esa vez. Recordé la noche que había aprendido a tocar piano y sin darme cuenta la melodía cambio. Ya no estaba tocando la canción favorita de Esme sino que tocaba la canción que ella me había enseñado.

De nuevo pasó mucho tiempo desde que nos habíamos sentado allí . Carraspeé , tratando de hacerlo pisar la realidad .
-Debo irme . - Le dije , poniéndome de pie .

Deje de tocar automaticamente.
-Perdón, no pense en el tiempo. Bueno supongo que nos veremos dentro de unos dias.
Me paré y la lleve a la entrada para despedirla.

Entre y Merope estaba sentada al piano, tocando algo realmente trágico. No se percató de mi presencia y fui a sentrame junto a ella para tocar. Paro instintivamente al ver que etaba junto a ella.
-Toquemos juntos -le dije, mientras sonreía. Hacía mucho que no lo hacíamos.
Comenzamos a tocar.
-Pensé que te enojarías porque no estaba.

-No, al fin y al cabo eres libre de hacer lo que quieras. Ya estoy harta de no tener a mi hermano a mi lado...

Estaba desconcertado.
-Qué ocurre? -estaba siendo demasiado buena para ser mi hermana

Reí.
-No soy tan mala como crees, solo... estaba celosa. Celosa de que quisieras a alguien más, sin contar que me molestaba que pensaras en mi como un arma... descontrolada. Calculo que eso hizo que yo me convirtiera en el vampiro más molesto de todo el mundo, molesto y engreido.

-Perdón, yo... yo nunca supe que te sentías así -sentía culpa de todo lo que Merope me decía, deje de tocar -Prometeme algo -le dije tomando su cara -Prometeme que volveremos a ser como cuando eramos humanos.

-Claro, eso es lo que siempre quise -me dolían los ojos -Ahora vete, Lune te está esperando -sonreí

Recordé a Lune.
-Gracias -bese su mejilla -Cuando vuelva me contaras todo lo que hiciste este tiempo.
Salí para mi habitación y 5 segundos más tarde estaba abandonando mi casa en mi auto para ir a buscar a Lune.

Vi como Edward se iba.
Y tú deberas contarme sobre Bella pensé, sabiendo que él me escucharía.
Volví a centrarme en el piano, pero ahora tocaba la melodía que nuestra madre nos había enseñado. Por primera vez en medio siglo estaba feliz, finalmente había recuperado a mi hermano.

Llegamos bastante rápido, cuando iba con un vampiro no controlaba la velocidad.
-Bueno esta es la sala principal -le dije a Lara cuando llegamos -supongo que podrás quedarte en la sala de invitados, está subiendo las escaleras, es la segunda a la derecha. Es bastante grande y podrás estar comoda... ahora que Emmett y Rosalie no están. Cuando vuelvas cambias de cuarto, si quieres.
Merope puedes venir, quiero que conozcas a mi invitada

Edward me había llamado y no quería empezar nuestra "buena relación" con la pata izquierda así que le hice caso y me asomé a la habitación principal de esa enorme casa.
-Hola -dije al observar a la vampira parada junto a Ed -soy Merope, la hermana gemela de Edward -le extendí la mano, no sabía como saludar a un vampiro nuevo.

-Y... somos gemelos, se supone que debemos ser parecidos. Aunque yo tengo dos años más que él -sonreí, sabía que Ed odiaba eso.

-Pero tecnicamente yo sigo siendo más grande -le sonreí burlonamente

-Así es, ay que Edward fue convertido a los 17 y luego él me convirtió a mi cuando yo tenía 19 -sonreí

-Merope -le dije callandola.